lunes, 14 de julio de 2008

Un articulo largo pero vale la pena leerlo

cito este mensaje que me llego por correo que se encuentra dentro de la pagina de polo polo, me agrado bastante la tematica y sale completamente la forma de ver normalmente a polo.


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Les mando un abrazo y de verdad pongamos atención a lo que estan a punto de leer.

MASIOSARE: UN EXTRAÑO ENEMIGO
Por Juan Miguel Zunzunegui

Masiosare, ese extraño enemigo del que se hace mención en
nuestro himno nacional, ha reaparecido y está nuevamente
entre nosotros: profanó con su planta nuestro suelo y
está listo para destruir a México. Lo triste es que
Masiosare es extraño pero no extranjero y de hecho ha
estado eternamente entre nosotros; el principal y más
terrible enemigo que ha tenido por siempre el mexicano y es
el mexicano de al lado, dispuesto a hacerlo pedazos.

Los mexicanos tenemos esa terrible y maravillosa tendencia
a achacar todos nuestros problemas a alguna misteriosa y
maquiavélica fuerza ajena a nosotros: perdemos el mundial
porque el árbitro está en contra nuestra; en las
olimpiadas los jueces de la caminata están en contra de
los mexicanos; Fernando platas no le cae bien a los jueces
de clavados y por eso lo califican mal; seríamos ricos si
los españoles no nos hubieran conquistado; seriamos
potencia si los gringos no nos hubieran quitado el
territorio del norte y hubiéramos ganado el mundial del 94
si Bora hubiera hecho los cambios y metido a Hugo. Por
supuesto, López Obrador hubiera ganado si no fuera por el
complot de la derecha internacional orquestado, con el
cariño de siempre, por el osito Bimbo.

Nunca se nos ocurre pensar que los problemas de los
mexicanos pueden ser culpa de los mexicanos, principalmente
porque somos enemigos unos de otros.

En casi todos los países del mundo, el ataque de un
extranjero provoca la unión del pueblo por más dividido
que esté. Aquí nos divide más.

El presidente de TODOS los mexicanos (aunque hayan votado
por otro partido) se llama Felipe Calderón. El señor se
fue a una gira por Europa que tuvo bastante éxito y en la
que desde luego nos dejó mucho mejor parados que su
antecesor. En esta gira hubo cosas interesantes, se
promovió al país, se le dio buena imagen, se dio
confianza al inversionista..., pero las noticias en México
le dieron más importancia a los berrinches del Mico
Mandante Chávez.

Calderón, representante de todos los mexicanos, habló de
unidad en Latinoamérica por encima de izquierdas y
derechas. Mico Mandante Chávez no perdió oportunidad para
arremeter en su contra, insultarlo y burlarse de él y por
tanto, del pueblo de México. De inmediato los diputados y
senadores del PRD y otros partidos hicieron la
'Cargada'..., pero del lado del Venezolano: es
necesario restablecer la relación con Venezuela, sin
importar los insultos que su presidente inflija al nuestro.

Hace poco el señor Bush habló ante su parlamento,
dominado por la oposición. Fue presentado por la
presidenta parlamentaria, de oposición también, quien en
vez de tomar la tribuna y manchar de café su bandera se
dirigió a los presentes diciendo: 'Tengo el honor de
presentarles al presidente de los Estados Unidos de
América'. No lo quieren, es su enemigo, su oposición,
no es popular, pero es el presidente. Aquí lo obligamos a
entrar a escondidas a la Cámara.

Calderón va a España a hablar con el presidente Zapatero
y ese mismo día se le adelanta el líder de su propio
partido, un loco, radical, megalómano ansioso de salir en
los medios; para decir que Zapatero hace mal las cosas y
que en realidad no está combatiendo el crimen organizado y
el terrorismo. Esos errores no son casuales. Enemigos
internos. 'Fuego amigo'. Ya ni hablar del gabinete
alterno que dentro del PAN están formando los ex
funcionarios, como Abascal, Derbez y el mismísimo Fox.
¡Señores, ya se les acabó su sexenio, hay que cerrar el
ciclo, pasar a lo que sigue. Maduren!
Fox era muy malo para la diplomacia, terrible; pero lo que
le hizo Castro de grabarle conversaciones y publicarlas es
una canallada, digna eso si, de un dictador senil. Los
diputados y senadores de la oposición fueron al monumento
a José Martí a colocar una ofrenda al pueblo cubano en
desagravio..., ¡y nuestro agravio... qué!

Hace cien años decía Porfirio Díaz: la razón por la que
le va mejor a Estados Unidos es que una vez que alguien
gana
la presidencia, el pueblo y los políticos se le unen para
trabajar por la nación. En cambio en México, en cuanto
alguien toma el poder, todos, enemigos y antiguos amigos,
se ponen en su contra. Eso fue hace cien años y pudo haber
sido dicho ayer. Mexicanos al grito de guerra... pero entre
nosotros. Y este es el meollo del asunto, nos atacamos
entre todos cuando deberíamos unirnos porque es una
costumbre histórica heredada de generación en
generación.

Cuando México firmó su acta de independencia, el 27 de
septiembre de 1827, nuestro primer día como nación libre,
comenzaron los golpes. Unos querían un imperio, otros
monarquía. De ellos, cada quien con un rey distinto, Otros
más se decantaban por la república, pero unos la querían
federal y otros centralista. Eso nos hizo pelearnos todo el
siglo XIX. Cuando por fin los más importantes paladines de
la independencia se pusieron de acuerdo, formaron un
congreso que nombró emperador a Iturbide como Agustín I;
al día siguiente, aquellos que pelearon a su lado ya
peleaban en su contra. Nuestro primer presidente, Guadalupe
Victoria, encontró a su peor enemigo en su vicepresidente,
Vicente Guerrero, quien al llegar a la presidencia
encontró a su peor enemigo en su vicepresidente, Anastasio
Bustamante. Otros grandes antagonistas fueron Benito
Juárez
y Valentín Gómez Farías, siempre que fueron fórmula de
gobierno.

Y esa tan lamentada invasión gringa en la que perdimos
medio territorio todo mexicano la recuerda, pero casi
ninguno conoce los pormenores. Mientras los ejércitos
invasores avanzaban por territorio nacional
nuestros líderes se peleaban entre si por el poder. Dos
Marianos eran los protagonistas políticos de la época; el
presidente Mariano Paredes, al mando del mejor ejército
del
que México había dispuesto en su historia, en vez de
defender a la nación de la invasión lo usó para
conservar el poder. El otro Mariano; Salas, estaba en la
capital proclamando la monarquía. Los yanquis desfilaban
sin mucho disturbio a Palacio Nacional.

Y en la famosa Revolución Mexicana todos nuestros
'héroes' se mataron entre si. Todos han pasado a
la historia como buenos y tienen sus nombres en oro en el
Congreso; pero el héroe Carranza mató al héroe Zapata,
el héroe Obregón mató a los héroes Villa y Carranza y
el héroe Plutarco Elías Calles mató al héroe Obregón.
Por cierto que el héroe Calles fue expulsado del país por
el héroe Cárdenas.

El proyecto de Guerrero era quitar a Victoria, el proyecto
de Bustamante era quitar a Guerrero; el proyecto de Santa
Anna era quitar al que estuviera; el de Juárez fue quitar
a Santa Anna y el de Díaz quitar a Juárez. Madero tuvo un
proyecto: quitar a Díaz; Obregón quitar a Carranza y
Calles quitar a Obregón. El proyecto de Fox era quitar al
PRI...El proyecto del ciudadano López es quitar a
Calderón.

Y en torno a esto último deberíamos reflexionar, sobre
aquellas palabras citadas de Porfirio Díaz: ya es hora de
que dejemos de unirnos para atacar al presidente, ya es
hora de que el proyecto de nación deje de ser quitar al
que tiene el poder.

Aunque el gringo promedio es Homero Simpson, son potencia
mundial porque trabajan en equipo y porque a pesar de todo
respetan a sus instituciones y a su presidente, mientras
aquí Fernández Noroña trata de salir en la tele
golpeándose contra el Estado Mayor.

En este momento decisivo de nuestra historia vemos una vez
más a Masiosare enfrentando a todos contra todos. El
ciudadano López Obrador está dispuesto a destruir y
reventar este país antes de dejar que lo gobierne alguien
que no sea él.

Dicen que el pueblo unido jamás será vencido... ¿cuándo
será el día en que México esté unido? Tal vez ese día
si logremos derrotar a Masiosare, ese extraño enemigo.

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aqui la fuente original.

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